La Riviera Maya es mundialmente famosa por sus increíbles resorts, por la belleza y el súper buen ambiente de sus playas, en general, las mil y una opciones que ofrece a quienes visitan la zona. Pero esta tierra privilegiada también es un lugar de enorme valor ecológico y la protección de sus tesoros naturales es de vital importancia para este destino. Una prueba de ello es el Área Natural Protegida de Xcacel-Xcacelito.
Ubicada a unos 45 kilómetros al sur de Playa del Carmen, la bahía de Xcacel, con su larga playa y más de 360 hectáreas de área protegida, se mantiene en óptimo estado de conservación. Gracias a ello, el lugar se ha convertido en un auténtico santuario en el que cada año nacen unas 200,000 crías de distintas especies de tortuga marina. Por suerte, esta increíble playa virgen una de las mejores playas de Riviera Maya se puede visitar para conocer todo sobre estos animales tan especiales y para disfrutar de su belleza en total armonía con la naturaleza.
La tortuga marina, huésped distinguido de Xcacel
Las características de la bahía de Xcacel, incluyendo un canal submarino que atraviesa el arrecife para permitir la entrada de mar abierto a la playa, hacen que este lugar sea uno de los puntos de nidificación y desove favorito para la tortuga caguama (Caretta caretta) y la tortuga blanca (Chelonia mydas).
En contacto con la naturaleza
El Santuario de Xcacel-Xcacelito es un Área Natural Protegida a cargo del gobierno estatal de Quintana Roo desde hace más de dos décadas y un Sitio Ramsar (humedal calificado de importancia internacional) desde 2004, pero sobre todo es un ambicioso proyecto de conservación impulsado por los propios habitantes de la zona. Un lugar en el que la comunidad, así como sus visitantes nacionales e internacionales, pueden entrar en contacto con ese Caribe original que, desafortunadamente, en muchos casos se ha perdido.
Además de su importancia para la reproducción de la tortuga marina, esta maravillosa reserva también se encarga de proteger varios tipos de flora y fauna, como la palma kuká, endémica de la Península de Yucatán, y el mangle (rojo, negro y blanco), así como la iguana y otros reptiles, distintas especies de aves marinas y un rico arrecife con más de 60 variedades de corales y todo tipo de peces, entre muchas otras especies
Distintas actividades, como la liberación de tortugas, las brigadas de limpieza, avistamiento de aves y los programas de educación ambiental, en las que participan los biólogos de la reserva, dependencias municipales y estatales, iniciativa privada, ONG’s y voluntarios nacionales e internacional (mucho de ellos turistas), forman parte del día a día de este paraíso natural.
En todo caso, la apuesta de Xcacel-Xcacelito es por desarrollar un modelo de turismo sostenible en el que la protección de la naturaleza vaya de la mano del aprendizaje sobre el ecosistema y, por supuesto, de la posibilidad de disfrutar de este increíble lugar sin ponerlo en riesgo.