Un delicioso postre hecho con capas de pan frito, frutos secos y queso.
Su nombre deriva del “capirote”, haciendo referencia a los gorros que usan algunos sacerdotes durante la Semana Santa.
La capirotada es un postre tradicional mexicano compuesto de pan añejo, piloncillo, canela, cacahuates y queso, con un toque de clavo, cuya receta fue registrada por primera vez en el libro De re coquinaria, del romano Apicio, que data del siglo IV y donde encontraba descrita la receta de La Sala Cattabia, una preparación antecesora al platillo que conocemos hoy en día.
En este libro su preparación era bastante diferente, pues se elaboraba con vinagre, pepinos, pepitas de vino, alcaparras e hígado de pollo. Lo que la capirotada conservó fue el pan en forma de capas y la homogeneización de los ingredientes.
Los estados en los que la capirotada es un postre particular son Colima, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Tamaulipas, Baja California Sur, Jalisco, Michoacán, San Luis, Potosí, Guanajuato y Nuevo León, donde es consumida principalmente durante la Cuaresma.
Su preparación cambia dependiendo de donde se prepare y puede variar el contenido de jitomate, cebolla, frutos secos, garbanzo molido, leche, clavo, canela y almendras.
A pesar de la apariencia de la Capirotada, y al ser considerado un postre. Los ingredientes principales de la capirotada son alimentos en su mayoría saludables.
Recomendaciones
- Al ser elaborada con ingredientes añejos, la capirotada previene el desperdicio y constituye un delicioso aperitivo de la cocina mexicana.
- Al ser una importante fuente de carbohidratos, se recomienda consumirla en pequeñas porciones acompañada de una bebida como café o té sin endulzar, o con leche sin saborizar para los niños, que puede servirse fría o caliente.
- Es importante que en su preparación se considere añadir la menor cantidad posible de azúcares, en este caso de piloncillo, para que conserve su sabor dulce característico, pero sin llegar al exceso.
Ingredientes:
• 16 rebanadas de pan bolillo añejo o birote (de 2 días antes por lo menos)
• 2 cucharadas soperas de mantequilla light en cubos
• ¾ taza de piloncillo
• 1½ taza de agua
• 1 varita de canela
• 2 clavos de olor
• ¼ de taza de pasitas
• 2 cucharadas soperas de mantequilla derretida
• ¾ de taza de queso Cotija
• 5 cucharadas de aceite vegetal
• ¼ de taza de cacahuates
• 3 tazas de agua
Preparación:
1. Precalienta el horno a 180°C.
2. En una olla mediana calienta el piloncillo, la canela, los clavos de olor y el agua a temperatura media hasta que se derrita el piloncillo y forme un jarabe.
3. Mezcla la mantequilla —previamente derretida— con el aceite y barniza con esta mezcla las rebanadas de pan. Coloca las rebanadas de pan en una charola y mételas al horno durante 8 minutos. Después, voltea las rebanadas de pan para que tengan un dorado parejo y déjalas aprox. 5 minutos más hasta que estén de un color dorado ligero.
4. Coloca las rebanadas de pan en la base de un molde para hornear y cubre cada una de éstas con el jarabe de piloncillo. (Asegúrate que cada rebanada quede bien empapada de este jarabe). Si lo prefieres, remoja el pan en el jarabe primero y luego lo colocas en el molde.
5. Cubre esta primera capa de pan con queso, pasitas, cacahuates y cualquier otra fruta o nueces que hayas decidido agregar.
6. Coloca otra capa de pan y continúa con el mismo proceso que en el paso anterior.
7. Cuando hayas terminado con todas las capas, agrega el resto del jarabe; cúbrelas con queso, pasitas y cacahuates, y coloca los cubitos de mantequilla encima. Cubre el molde con papel aluminio y hornea por 45 minutos aprox. hasta que todas las capas de pan estén humedecidas y se haya formado una capa dorada.
8. La capirotada se sirve caliente o fría.