Es la sopa más conocida de Yucatán, a todos les gusta mucho por su sabor delicado. La magia de la sopa consiste en utilizar gotas y rebanadas muy delgadas de lima (Citrus limeta), que se distingue por su piel arrugada de color verde con una especie de pezón en uno de sus extremos.
No espere una sopa ácida o de sabor fuerte; de hecho, el sabor de la lima es tan sutil que puede resultar imperceptible. El chile dulce es una variedad muy aromática típica de la península de Yucatán, vale la pena tratar de conseguirlo o puede sustituirse por pimiento morrón. En la mesa siempre debe haber una salsa picante, como la tamulada de chile habanero o ixnipek, para que cada comensal añada el picor que desee. Aunque sólo se sugiere con pechuga de pollo, algunas recetas antiguas incluyen mollejas e higaditos; sin embargo, estos dos ingredientes no me agradan en la sopa y creo que le hacen perder su sutileza.
Procedimiento
En un comal a fuego medio, o en una sartén, asa los jitomates, la cebolla y los ajos hasta que estén dorados por todos lados. Retira y reserva.
En una sartén coloca la pimienta, el orégano, la rama de canela, el clavo de olor y el anís estrellado. Tuesta a fuego medio hasta aromáticos.
En una olla grande agrega las especias tostadas, el jitomate, cebolla y ajos asados, la lima, el caldo de pollo, el chile habanero y una cucharada de sal de mar. Lleva a ebullición, reduce el fuego y deja cocinar tapada durante 20 minutos, moviendo ocasionalmente.
Utilizando un colador de malla fina, cuela la sopa y deshecha los ingredientes grandes. Agrega el pollo deshebrado y sazona a tu gusto.
Tradicionalmente, la sopa de lima estilo Yucatán se sirve acompañada de tiritas de tortilla frita, jitomate en cuadritos y también se puede añadir un poco de aguacate y rebanadas de lima.